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Día 16. Del otro lado

Uruguay y Ghana están del otro lado, el de los cuartos de final.

Fue emocionante ver los partidos de hoy, aunque me perdí algunas partes. Es sábado y eso significa limpieza y lavado de ropa.

Con el primer partido no necesite mucha motivación. Apostaba por Uruguay. Por eso me levante temprano para empezar el trajín del lavado y ver el partido con, por lo menos, la ropa blanca tendida en la azotea.

Antes del juego, recibí la llamada de mi novio. Luego de los buenos días y los cariños correspondientes, hablamos de fútbol. Sacamos cuentas, deseamos lo mejor para Uruguay y Ghana. Mi novio nunca dudo de Ghana. Yo, sí. No porque los norteamericanos fueran mis favoritos, sino porque tenía la sensación de que podía llevarse a Ghana por delante.

Llegada la hora del partido, abrí mi habitual canal en vivo por Internet. Para mi sorpresa me perdí el primer gol. Suárez lo convirtió en el minuto siete. Muchacho activo ese. Yo, feliz. Uruguay, bien armado, tuvo el control del partido en el primer tiempo. Los surcoreanos parecían algo perdidos, pero con una buena defensa.

El segundo tiempo fue otra historia. Me pareció que los uruguayos flojaron en el medio campo y lo surcoreanos tenían el control más asegurado de la pelota y un gol comprobó mi percepción. Lo empataron.

Pero Suárez hizo de la suyas. Vi el gol y quede maravillada. En medio de ese "tumulto" logró sacar la pelota y pegarla a las redes. El muchacho saltó del otro lado, dio la vuelta, brincó de alegría. Aunque Uruguay no gane ese chico merece, mínimo, un buen helado de chocolate cuando vuelva a su país, con o sin el trofeo.

Eso fue sobre el minuto ochenta. De ahí hasta terminar el partido, no pasó nada más. Ni siquiera un susto. Uruguay, a cuartos de final. Los surcoreanos, a casita. Yo, seguí con mi faena de ama de casa.

Go home
"Go home" es una frase que se utilizó mucho en República Dominicana durante la última ocupación norteamericana, en el año 1965 (sí, tuvimos la "suerte" de tener dos ocupaciones de EE.UU., la primera fue de 1916 a 1924). No pude evitar recordarla al finalizar el segundo partido del día.

No estaba muy al pendiente, hasta que recibí la llamada de mi novio. Estaba en la playa y me preguntaba por el juego. Yo, canasta de ropa seca y doblada bajo uno de mis brazos, le dije que no estaba viendo el partido. "Amor, velo para que me cuentes". Imagine su rostro. El apostaba a Ghana y creo que era justo ver que tan acertado era su pronóstico.

Hora: 3 de la tarde. Hace media hora había empezado el partido. Mi hermana veía una película. Por enésima vez pasaban "Butterflair Effects". ¡Santo de los encaramados! (el preferido de mi abuela) Parecen que no se cansan de pasar mensualmente la misma película. Lo bueno es que cortaron para anuncios y yo cambie de canal.

Estados Unidos ganaba. Uno a cero. Bueno, aun faltaba más de la mitad del juego, me dije. En el receso, después del primer tiempo, le deje la TV a mi hermana para que terminará de ver la película del chico que volvía a recomponer el pasado para mejorar el presente...pero que lo convertía más insufrible.

Fin de la película, de vuelta al partido y ¡goooooooooooooooooooooool de Ghana! Logran el empate con un penalti. El equipo de Estados Unidos se pone algo nervioso y el gol parece alimentar toda la potencia de el único equipo africano que aun queda en el Mundial. Sé cumplió el tiempo reglamentario, había que agregar más. Uno de los dos tenía que ganar.

Vino el gol del desempate. Minuto 93. El segundo gol de Ghana lo vi con detalle y lo celebre emocionada. Gyan se volvió loco. "Llaménlo por su nombre, que se puso malo", dije mientras veía a los demás jugadores abrazar al super goleador que, tirado en el suelo, celebraba su casi seguro paso a los cuartos de final...y lo lograron. Estados Unidos no pudo empatar.

Llame a mi novio. Y sí, sus pronósticos se dieron exactos, al menos con este partido. Ayer me envió un mail dio ganador a Ghana por dos goles ante un gol de Estados Unidos. Apostaré mañana sus predicciones ¿Qué creen?

Al finalizar la jornada (la del fútbol, primero, y después la de los quehaceres) hice unos espeguetis "a la Argénida" que fascinó a mi hermano y a mi sobrino de once meses. La velada fue cerrada con una película: Goal

P.D. Obama también vio el partido, en Canadá, haciendo espacio en una cumbre del G20. Contario a mí, no celebró.

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