He olvidado todo lo que pasó el viernes... más o menos. Así que me auxilio de Google. A ver... Ok. Empató a una Ecuador ante Países Bajos (Holanda). Fin de mi interés. Pero el sábado, pasó lo que imaginé que pasaría. El esposo se levantó dispuesto a lanzar todas las mantras a favor de Argentina, para celebrar o para llorar. Pasó lo primero. De cómo fue se juego en casa, lo llevé muy en cuenta en Twitter. Luego de un primer tiempo con amagos, unas cuantas palabras altisonantes del esposo, que casi se comía las uñas entre resignación, respeto por los mexicanos y fe en los argentinos, yo estaba más o menos así... Argentina 0 México 0 pic.twitter.com/Zr42ZN9Ogz — Argénida Romero (@ArgenidaRomero) November 26, 2022 El hijo, que con diez años es fan absoluto del basketball, no podía obviar el estado de tensión del padre, así que se dispuso a ver el partido con la tableta en manos para grabar a su progenitor al momento que se diera en primer esperado gol de Argentina. A los pocos minutos de
En busca del espíritu futbolero... que no tengo.