Ando más enredada que mata de chinola (maracuyá, fruta de la pasión o como quieran llamarle) con el tema del pase a octavo. ¿Cómo es que México aun no pasa si ha ganado dos juegos? ¿Cómo es que Argentina aun tiene esperanza? Y sí, me lo han explicado, pero como que no le tomo el tino al asunto, quizás porque me parece un poquitín injusto. No sé, digo yo. A esta altura no voy hacer resumen de los juegos desde el jueves pasado. Me da flojera, pero si comentar que... Grité el primer gol de Alemana como verdadera y genuina fan fútbolera el sábado pasado. Ni me lo creía. Tengo un amor particular con Alemania, no con su fútbol. Estuve un mes en Berlín y otras ciudades alemanas en 2012 y allí, por primera vez, entré a un campo de fútbol de verdad verdad. Aunque el amor con Berlín me nació por su calles, su historia y sus hermosos edificios. Colombia, señores, Colombia. Ayer, domingo, no pude evitar emocionarme con esos tres goles, y mi hijo se contagió igual. Grita gol tan fu
En busca del espíritu futbolero... que no tengo.