Hoy me tocó ver los primeros juegos. El primero, Argentina versus Nigeria, junto a mi novio y mi suegra. El segundo, Inglaterra versus Estados Unidos, en el bar de un hotel con hinchas de ambos bandos.
Argentina versus Nigeria. Me perdí del primer gol del partido, pues seguro en ese minuto estaba entrando a casa de mi suegra, maletas en mano, después de casi cuatro horas de viaje en autobús. El señor novio estaba en los tribunales conociendo una medida de coerción, o sea, decidiendo si alguien iba a prisión o no. Unos minutos después de llegar me llama y me pregunta por el juego. Nada que decir, su tía tiene la casa patas arriba “echando agua” (es así como se le dice aquí cuando se hace limpieza profunda en las casas).
El señor novio llega y nos pone en fútbol. Me informa que el servicio de cable de Puerto Plata no tiene transmisión en vivo del Mundial…solo existe un servicio de cable en esta ciudad. Pero el internet viene a nuestro rescate. Gracias a la televisión en vivo de un canal de Ecuador atrapamos el juego en el minuto 26 del primer tiempo.
El primer gol fue en el minuto 6 y lo convirtió (termino que me acaba de dictar mi novio) por Gabriel “El Gringo” Heinze (otra vez mi novio me ayuda…definitivamente soy mala para los nombres de los jugadores). Los nigerianos parecen moles musculares. Los argentinos tratan a toda costa de anotar el segundo gol y los nigerianos de impedírselo. De su lado, los comentaristas le tienen el nombre gastado a Lionel Messi.
“Messi, esto” “Messi, aquello”. Maradona parece un papá histérico. Camina de un lado a otro. Sus ayudantes le hablan al oído, pero el parece no prestarles atención. Frente a la PC mi suegra y mi novio intercambian expresiones. Yo me voy contagiando y sigo la pelota en el campo. Me sorprendo en un momento cuando gritó: “¡Casi, Messi!”.
Ya en el segundo tiempo veo como que los argentinos están apretados. Los comentaristas reiteran una supuesta dispersión del equipo. Me fijo bien. Si, parece como que dejan el lateral derecho de la cancha al libre albeldrio de los nigerianos, quienes parecen tener un solo fin: Messi.
¡Pobre hombre! Lo empujan, le atraviesan los pies, lo acorralan. ¡Cuánta mala fe le tenían esos nigerianos! Conocí a otros argentinos del equipo: Jonás Gutierrez e Higuaín (contra quienes iban dirigidos todas las criticas de mi novio y mi suegra) Maxxi Rodríguez y Diego Milito. Cuando entró Milito mi suegra alzó los ojos al cielo y, feliz, espero el segundo gol que…no llegó.
El juego terminó 1 a 0. Los miembros de ambos equipos se abrazan. Messi parece tener un imán que hala a los nigerianos, que lo abrazan y saludan. Maradona no deja su papel de papá. Abraza y besa a sus jugadores. A Messi, lo carga. Este señor es un personaje.
Doce del mediodía. Mi novio y yo nos despedimos y tomamos rumbo a Cabarete.
¡Go England!
Después de instalarnos en el hotel, buscamos dos cosas: comida y una televisión. Faltan pocos minutos para que inicie el juego entre Inglaterra y Estados Unidos. La prioridad era comer…si el juego fuese con Argentina les aseguro que la comida queda para después. Mientras comíamos escuchamos algo que nos indico el lugar exacto en donde se estaba transmitiendo el juego.
“¡Goooooooooooooooooooooooool!”. El grito tenía el reconocible acento inglés. El bar estaba a unos pasos y los ingleses hospedados en el hotel celebraban la primera anotación de su equipo en el Mundial. Vi a dos chicas con sus rostros pintados de blanco con una cruz roja atravesada.
Ya sentados en el bar observamos que éramos los únicos no extranjeros sentados allí. Cerca a la televisión de pantalla plana estaban los ingleses, en un grupo muy animado. En las mesas más retiradas, y en menor número, estaban los norteamericanos.
El primer tiempo fue emocionante para mí y más cuando una cámara se digno en mostrar a David Beckham. Si, eso mismo chicas, eso que están pensando lo dije en voz alta. La patada en el pecho que recibió el portero norteamericano me dolió. Sigo preguntándome cómo fue que pudo seguir jugando después de eso.
Los norteamericanos jugaban bien, según la consideración de mi novio. Me dicta algunos nombres y me dibuja una cancha en mi libreta para que entienda las formaciones de delanteros y defensa. Me entero que los jugadores totales en la cancha por equipo son 11, incluyendo al portero...
¡El portero! ¿Vieron eso? ¿Vieron lo que hizo el portero inglés? ¡Noooooooooooooo! La pelota se le escapo de las manos y les regalo el gol a los estadounidenses. Los ingleses en el bar no lo podían creer y los norteamericanos vocearon con todos los pulmones ese gol. Mi novio, a mi lado, me explica que esa es la debilidad del equipo inglés. Yo le di un nombre a ese gol: un gol pendejo.
Después de eso el juego se convirtió en un somnífero. Very boring. “¿Le falta mucho?”, le pregunte a mi novio. “Yo también quiero que se acabe”, me dice.
La emoción se apago en el bar. Algunos ingleses hicieron su retirada minutos antes de acabarse el juego. Los norteamericanos, visiblemente felices, se quedaron hasta el final. Yo pienso que si no hubiese sido por el portero inglés el juego no hubiese terminado empatado a un gol por equipo.
Fin del juego. Mis pasos se dirigen a la playa. Nos vemos mañana.
Muy bien mujer, lol Sí Beckham, como siempre, todo él :). Una observación los goles aunque sean "pendejos" como el de hoy, tienen el mismo valor, aunque no causen la misma emoción :). Yo lo celebré porque quería que ganara EE.UU. :). No sé por qué Waldo iba a Inglaterra si es fanático argentino, lol. ¿No que deberían ser rivales?
ResponderEliminarHiguaín lo vi jugar en Madrid y jugó muy bien, hoy se desapareció de la cancha, lol. Y Milito estaba de cumple, pero nada, de nada, jugó poco tiempo... fue un buen partido. Messi estuvo muy bien aunque no logró anotar, pero no por falta de diligencias sino por la maravillosa labor del portero de Nigeria.
Se me hace "cute" que estés escribiendo este diario, y es obvio que eres virgen en fútbol, lol, no puedo creer que no supieras que eran once jugadores, lol. Me imagino que Waldo está de risita con tu nueva afición al fútbol. Bienvenida al club de los futboleros, lol.
Abrazos y espero hayasdisfrutado de Cabarete... Me encanta la vibra de ese lugar :)
Argénida, me encanta tu virginidad futbolística :)
ResponderEliminarTanto que me parece jocoso el hecho de que no conocieras que eran 11 jugadores en terreno.
Me imagino que ha de ser una experiencia sumamente interesante para ti, más aún, en un terreno desconocido-cercano (por la afición de Waldo).
Síguenos entreteniendo con tus reacciones sobre el Mundial. Será un gusto pasearme por aquí durante estas semanas :)
Beckham...que Victoria más dichosa lol.
ResponderEliminarSobre la contradicción de la aficción inglesa de Waldo, precisamente ayer durante el juego la comentamos. El mismo no sabe a ciencia cierta porque no está contra Inglaterra. Cosas de corazón fútbolero.
Y si...te juro que nunca me habia detenido en conocer cuantos jugadores en total tenian los equipos en la cancha...jejejjeej.
Cabarete estuvo genial y de verdad que es un lugar nice.
Abrazos amiga y gracias por seguir este diario.
Tania, gracias por tu presencia en este diario.
ResponderEliminarDe verdad que decidirme a seguir el fútbol es algo que pense por un tiempo, porque no puede ser que en algún gen no tenga esa vibra deportiva. Te confieso que el fútbol me esta gustando.
Waldo se ha divertido mucho conmigo y se rie con cariño cada vez que me ve afanada por conocer que pasa en un juego. Además, se ha convertido en el más entusiasta de los profesores.
Gracias por estar.
Abrazos.