La referencia bíblica cabe bien frente a lo visto en el Mundial hoy. "Los últimos serán los primeros". Ni Argentina, ni Uruguay, ni México, ni Chile llegaron al Mundial como favoritos y todos han pasado a los octavos con muy buenas calificaciones, tres de ellos invictos.
Lo de México y Uruguay me mantuvo en vilo. No lo pude ver, pues tenía cita con mi ortodoncista. Cuando llegue a mi cita me tuve que conformar con mirar en la antesala del consultorio, mientras esperaba mi turno, la mil y una peripecias del elenco del programa "Despierta América" y su especial futbolistico.
No pasaron una sola imagen del juego, a pesar de que el primer tiempo había terminado. Por lo menos pude deducir, antes de que una presentadora terminará de dar brincos junto a un grupo de personas vestidos con los colores de la bandera mexicana, que el partido estaba cero a cero.
Media hora después estaba a dos cuadras del consultorio esperando un autobús. Llovía, como llueve desde hace dos días. Cuando llegó a casa todo ha sido consumado: Uruguay ganó un gol ante el cero de los mexicanos.
Mientras que en el otro partido, transmitido a la misma hora, Sudáfrica completó el azaroso "karma" de Francia y le ganó dos goles a uno. De verdad que lo de Francia no tuvo madre, ni padre, ni familia. Sus chismes y disputas terminaron de aniquilarlo. Ambos equipos se despidieron del Mundial.
Argentina, Argentina
Ganó la albiceleste. Dos a cero y dejo a Grecia fuera del Mundial. Un gol de Demichelis, y otro de Palermo.
Vi el primer tiempo. La defensa griega estaba fuerte y atenta. Los argentinos desesperaron más de una vez por el gol. Fue emocionante ver ese primer tiempo. Aunque leí una crónica por ahí de que Grecia no se esforzó, yo doy testimonio de que ese equipo dio más de un susto en ese partido.
Cuando acabo el primer tiempo, cero a cero, me apresure en quitarme las pinzas de la cabeza, peinarme y salir en "bola de humo" al trabajo. Pero la lluvia hace todo más difícil, sobre todo en un país donde los hoyos y lagunas callejeras vuelven el tráfico un caos a las tres y media de la tarde.
Puse a mi novio al tanto de como iba el partido, con un SMS de mi celular. Hoy no tuvo ningún chance de ver el partido.
Cuando llegue a la redacción los dos goles eran una realidad. Faltaban dos minutos para que finalizará el partido. Vi a los jugadores abrazarse. Maradona, dios Maradona, estaba muy feliz. Le dio un abrazo a Messi que casi me lo ahoga. Messi fue capitán del equipo hoy, el más joven capitán. Aun espero tu gol, Messi.
Durante este juego -igual que en los demás-, Maradona parecía un papá más que el técnico del equipo. Vocea instrucciones, hace señas, se desespera con los fallos, celebra cada jugada buena, patea la pelota cada vez que le pasa cerca, aprieta el rosario que lleva en la mano derecha, une las manos en forma de rezo...no se está quieto un momento. Si ese equipo se lleva el triunfo en el Mundial tendrán que llevárselo amarrado de la cancha.
Imagine la emoción de mi novio cuando se enterará. Envié un SMS otra vez con el resultado. Pocos minutos después vi su actualización en el FB: "Argentina Carajo!! gol de Demichelis! pasamos en Primero!!!! Prepárate México!!!!".
Si gana Argentina, a mi novio también le tendré que buscar una camisa de fuerza :)
El otro partido entre Nigeria y Corea del Sur terminó con un empate a dos goles. Claro, sólo uno de ellos entró a la tómbola de los octavos de final: los surcoreanos.
Les confieso algo...no me interesa ver ninguno de los partidos de mañana.
A mi tampoco me interesa ninguno de los 4 partidos del grupo C y D... aunque si pienso que Estados Unidos podria quedarse fuera (y el grupo D,pues alemania... no me interesa!)
ResponderEliminarAh eso si, a mi tambien habria que buscarme una camisa de fuerza si gana la albiceleste!