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Día 13. Poco fútbol y reporte especial

Como les dije ayer, no tenía mucho interés en ver los juegos de hoy.

Los de la mañana pensé en ver al menos el partido entre el equipo del mortificado Capello y Eslovenia. Pero lo impidieron dos cosas. el mega apagón de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde y la intensa lluvia que no paró desde el amanecer hasta cerca de la misma hora en que la administración de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) hizo el milagro de devolvernos al siglo XXI.

La clasificación de Inglaterra y Estados Unidos no me sorprendió, aunque una cosa de destacar en el grupo C, al que pertenecían, es la escasez de goles. Un gol Estados Unidos ante el cero de Argelia y otro único gol de Inglaterra. Al menos están del otro lado del río.

Aunque creo que la alegría de Capello no le durará mucho. Su siguiente contrincante será Alemania, quien calificó ganando uno a cero ante Ghana, que a pesar de su derrota de hoy pasó a octavos de final. Como se imaginaran esto me lo informó mi novio antes de leerlo en alguna web de la Internet.

Pero dejando de un lado el aburrido día de fútbol de hoy, les presento la colaboración especial de mi amiga Yolanda desde Argentina. Es una dominicana a la que el destino le jugó una linda sorpresa de amor que la llevó a vivir a la tierra de los albicelestes, un destino que creo estaba escrito desde el día de su nacimiento: su segundo nombre es Argentina.

Aquí el reporte especial desde la emocionada Argentina que vio ayer pasar invicto a su equipo a la siguiente etapa del Mundial.

Un País Paralizado

Fiebre, mucha fiebre, fiebre de Mundial. Estar casada con un argentino amante del
fútbol me lleva a tener preparado en casa algo para picar, unas cervecitas y un asiento cómodo para ver el partido. Es que hoy juega Argentina!! con Grecia y aunque no lo crean en la escuela donde trabaja mi esposo, suspendieron la tanda de la tarde para los estudiantes. Si señor, si señora, como escuchó, se despacharon a los muchachos mas temprano para que puedan ver el mundial, pero no se preocupe, que si el partido es por la mañana las escuelas tienen un televisor, una radio o una pantalla gigante ( en el caso de la escuela donde trabaja mi esposo) para que los estudiantes vean el partido, sin muchos problemas porque igual asisten la mitad a clase.

En fin, todo listo y preparado para calmar la ansiedad del fanático, aunque debo confesar que en Dominicana, junto a mi amiga Eli seguíamos algunos partidos y gritábamos con el gol del equipo que elegíamos como favorito. Ahora igual los veo pero con más conocimiento gracias a los partidos acumulados y a las clases futboleras particulares que tengo de forma gratuita en casa.

Con la picada en la mesa, una botella de vino y unas cervezas vimos el partido y gritamos los dos goles que Argentina hizo, uno hecho por De Michelis, el mismo jugador que por un descuido más el ruido de las " vuvuzelas" (que yo no se a quien diantre se le ocurrió inventar esa vaina tan bullosa) permitió que el equipo de Corea metiera el único gol que se le hizo a Argentina en lo que va del mundial, y el otro hecho por Martín Palermo quien se caracteriza por hacer milagros en la cancha, y mira si los hizo, que metió el gol diez minutos después de entrar a la cancha y cuando faltaba solo dos minutos para que se acabara el partido eso sumado a que es un jugador de 36 años (que para el fútbol es ya mayorcito).

Es importante saber que así como estábamos mi esposo y yo en casa, así estaba casi todo el país: reunido en algún lugar mirando el partido. Pantallas gigantes en distintas plazas con miles de espectadores, televisores en los trabajos, en las escuelas, la radio puesta para los dos o tres que en ese momento viajan en las guaguas, las casas de amigos repletas, clubes, centros de jubilados y para los mas sofisticados el juego también estaba disponible en los cines.

Así se vivió este partido en este país futbolero, con mucha alegría, diversión y agrediéndole mucho a Dios... al Dios Maradona, OBVIO!!.

De tu corresponsal especial en Argentina

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