Ir al contenido principal

Día 11. Mundial latinoamericano


No vi un solo partido ayer. Es culpa de Barcelona, se los juro, y de mis compañeras de viaje que no paraban de entrar de tienda en tienda.

"¿Viste qué partidazo el de Colombia, prima?", leí en un mensaje que me envió un primo que vive en Venezuela, al igual que yo hijo de un colombiano.

Leí. Dos goles colombianos contra cero goles de Costa de Marfil. Colombia ha ganado sus dos partidos y paso a la segunda ronda del Mundial.

Pero mi mayor sorpresa fue con Uruguay. Y no porque ganara luego de una derrota, ni porque dudara de su talento como equipo, ni porque le ganara a Inglaterra. No. Es que los dos goles uruguayos fueron convertidos nada más y nada menos por Luis Suárez.

¿No fue el mismo Suárez del que escuche hablar hace un mes por televisión por una lesión? ¿No lo operaron de no se que cosa que termina en "nisco"?

Suárez celebra con Cavani. De verdad que el fútbol saca la competitividad primaria de los homosapiens. Sin duda.
Foto Agencia EFE.

Este Mundial va de sorpresa en sorpresa.

Lo bueno es que estas sorpresas son en clave latinoamericana.

Me gusta este Mundial.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día 7. Y, fuera

Escribo estas notas luego de los últimos juegos de octavos (no, al final no entendí nada de las matemáticas de quién pasa si otro pierde o gana), de las esperanzas de los que llegaron, de la eliminación de Argentina y Alemania (nooooooooooooooooooooo), del triunfo de Uruguay, y los benditos penaltis domingueros que dejaron a España fuera. El sistema de penaltis me parecen algo injustos, pero... supongo que son reglas que se piensan como la última opción de las opciones. Y todas las reglas pensadas así siempre son malas. Lo que si es que muestran que tan buenos son los arqueros... y el de España es bien malo en lo que hace. Raro si me encontré que el esposo y la suegra, que está de visita en casa, auparan a Rusia. "Se lo merecen", me dijo el esposo. También me ha sorprendido la actitud de experto en yoga del esposo con la eliminación de Argentina. Me lo dijo desde el principio, que ese equipo no iba para ninguna parte, a pesar del milagro de pasar a octavos (q

Día 9. Crónica de la felicidad

Nota de 2014. Después que Alemania le ganó a Argentina, el esposo se fue a fregar. Estaba triste, pero sabía que solo un milagro habría hecho posible lo contrario. Y en el transito de estos ocho años, el milagro se gestó, con revancha incluida. Alemania se quedó en el camino y la selección argentina, con su admirado Lionel Messi, no solo logró ganar ante Francia, campeona del Mundial pasado, sino que hizo que el esposo volara de felicidad. Y voló. A saltos. *** Quise hacer este texto ayer, domingo, con la emoción anudada que se produce luego de vivir varias horas de tensión esperando algo bueno que parece que sí será, y parece luego que no. Y la tensión no la viví porque sea fanática del fútbol, que por cuarta vez en doce años comprobé que no soy, sino la que me causó desear que al esposo se le cumpliera el sueño del fanático. Como todo el mundo sabe, el suplicio y la gozada, comenzó a las 11:00 de la mañana, al menos en esta zona horaria. El esposo se levantó cinco minutos antes, se c

Día 1. Confesiones

Comenzaré confesándome: carezco de espíritu deportivo. Y no es que odio el deporte, es que por alguna razón, que sé afecta a otras personas, ningún deporte me ha encendido la chispa fanática y alborotada que observo en muchos y muchas. Ante esto se imaginarán que en un país donde el deporte rey es el béisbol, seguido a una distancia prudente por el basket, el fútbol es para mí como un eslabón perdido. Sí, lo sé. No se me escandalicen. Sé que el fútbol es el deporte más famoso del mundo. De hecho, mi recuerdo más cercano con algún deporte es la imagen de mi padre mirando los juegos de la Copa Mundial de 1990. Él es colombiano y como entenderán el fútbol es parte integral de su herencia. Pero ese mismo año partí de Venezuela, donde vivía con mi familia, a República Dominicana....y bueno, aquí el fútbol es lo más parecido al caviar: es un gusto de unos pocos. ¿Por qué mi interés ahora en el fútbol como para ponerme a escribir un diario sobre la Copa Mundial de este año? Hace dos años cono