Ir al contenido principal

Día 15. Esposa versus esposo

No tengo nada que decir sobre los partidos de las semifinales, pues bastante "se ha batido" el asunto en los medios de comunicación.

Desde la depresión de los brasileños, los goles de los alemanes, el llanto del hijo de Robben al saber que la selección de su padre no pasó a finales, el canto patriótico futbolista de los argentinos...hasta achacarle al Mundial la culpa de la poca atención a los bombardeos de Israel a Gaza.

Pero dejando el contexto de celebración y pena futbolista, y los asuntos políticos regionales, les cuento que en mi casa, el domingo, habrán dos extremos enfrentados.

De un lado la esposa, o sea, yo. Una aficionada futbolista, con poca pasión a este deporte, poco sentido del fanatismo futbolista, pero que ha logrado sobrevivir a dos mundiales gracias a las crónicas personales que escribe para enfrentar el loco amor de su esposo al fútbol. Pero que...siempre hay un pero...viajó hace unos años a Alemania y se enamoró de su capital y, por consiguiente, simpatiza por su selección (sí, esa que anotó siete goles a Brasil mientras observaba con la boca abierta ese partido).

Del otro lado el esposo. Un fanático con todas las de la ley del fútbol que ve y sigue desde que tiene uso de razón como ser humano, que sigue las incidencias de todas las ligas futbolistas, que casi idolatra al Barca, que ha instalado en mi vida el fútbol los 365 días del año (y los 366 del año bisiesto), que no se pierde ninguna final de liga inglesa, española, italiana, argentina..., que vocea gol con una intensidad de locura y por quien inicié mi ejercicio de escritura en este blog sobre un deporte que hace cinco años no tenía mucha idea de como se practicaba. Ese señor, mi esposo, es absolutamente e indiscutiblemente un fanático de la albiceleste, de la selección argentina.

Así que se imaginarán que el domingo, mientras transmitan el partido final del Mundial Brasil 2014, estos esposos se mirarán con recelo y, posiblemente, no se den un besito hasta que los 90 minutos de juego (espero que no haya tiempo extra ni penales) terminen...un beso de consolación para el lado perdedor.

¿A quien apuesta? ¿Al esposo o a la esposa?

Diego Maradona y Lottar Matrhaus antes del último partido del Mundial de 1990. Y sí, se quien ganó ese Mundial.
Foto Gettys

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día 9. Crónica de la felicidad

Nota de 2014. Después que Alemania le ganó a Argentina, el esposo se fue a fregar. Estaba triste, pero sabía que solo un milagro habría hecho posible lo contrario. Y en el transito de estos ocho años, el milagro se gestó, con revancha incluida. Alemania se quedó en el camino y la selección argentina, con su admirado Lionel Messi, no solo logró ganar ante Francia, campeona del Mundial pasado, sino que hizo que el esposo volara de felicidad. Y voló. A saltos. *** Quise hacer este texto ayer, domingo, con la emoción anudada que se produce luego de vivir varias horas de tensión esperando algo bueno que parece que sí será, y parece luego que no. Y la tensión no la viví porque sea fanática del fútbol, que por cuarta vez en doce años comprobé que no soy, sino la que me causó desear que al esposo se le cumpliera el sueño del fanático. Como todo el mundo sabe, el suplicio y la gozada, comenzó a las 11:00 de la mañana, al menos en esta zona horaria. El esposo se levantó cinco minutos antes, se c

Día 3. "Amenazas" y comparaciones

Un fanático no conoce límites. Noche del miércoles. Llego del trabajo. Un día de cierre en el periódico difícil. El hijo se me abalanza a los brazos para que lo duerma. El esposo y yo conversamos. Como es habitual, el fútbol es parte de su agenda a ponerme al día.  Entre prestarle y no prestarle atención, me comenta sobre el nuevo uniforme de su equipo favorito, el Barca. Le digo que cuando esté en Barcelona...(¿no les he dicho que estaré en Barcelona? Pues sí, me voy a Barcelona por tres semanas) iré a Camp Nou, sin duda...  Me interrumpe. - "Esposa, si no me trae la camiseta del Barca, que le ponen el nombre por cierto, deje de considerarse mi esposa".  Lo miro. Estallo en carcajadas. Él sonríe. - "¿Estás hablando en serio?", le pregunto. - "Claro que sí, no estoy relajando".  Nos reímos juntos.  - "Es en serio, amor. No dejes de traerme la camiseta". Los fanáticos del fútbol...con lo que cuestan esas cami

Día 25. Los campeones y el final

Lo logró España. Los que me han seguido saben que este equipo no estaba entre mis favoritos. Posiblemente porque, latinoamericana al fin, deseaba que fuese un equipo de estos lares que resultara el vencedor. No pasó así, sin embargo la victoria de los españoles me alegró. Demostró no ser un equipo goleador durante todo el Mundial, pero sí un equipo con alma y corazón, y mucha técnica. Me encantó el hecho que Iniesta hubiese sido el héroe de la última jornada. Se me aguaron los ojos cuando alzó su camiseta y enseñó una franela blanca con el nombre de Dani Jarque. Recuerdo muy bien a ese chico por las noticias que dieron cuenta de su muerte. Cayó en una cancha de fútbol en pleno juego, con un ataque de pre infarto. Vi las imagenes y lo vi ponerse de pie, ayudado por sus compañeros para luego, minutos después, morir en el hospital. Mi novio y mi suegra me dicen que lo vieron en vivo. Las imagenes de ese muchacho desplomándose (tenía 21 años) vinieron a mi cabeza mientras veía a Iniesta gr